Encontrados 115 resultados para: Ezequías

  • Ezequías dijo: «Es fácil para la sombra extenderse diez grados, pero sería estupendo que la sombra retroceda diez grados.» (2 Reyes 20, 10)

  • En aquel tiempo, Merodac-Baladan, hijo de Baladan, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías porque supo que había estado enfermo. (2 Reyes 20, 12)

  • Se alegró Ezequías por su venida y enseñó a los enviados su cámara del tesoro, la plata, el oro, los aromas, el aceite oloroso, sus armas y todo cuanto había en el tesoro. No hubo cosa en su palacio, ni de todo lo que poseía, que Ezequías no mostrara. (2 Reyes 20, 13)

  • Respondió Ezequías a Isaías: «Es una buena palabra de Yavé que me dices. Pues pensaba: ¿Qué me importa a mí, si tengo paz y seguridad en mis días?» (2 Reyes 20, 19)

  • Lo demás referente a Ezequías, toda su valentía, cómo construyó el gran estanque, y cómo trajo las aguas a la ciudad, está escrito en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá. (2 Reyes 20, 20)

  • Cuando Ezequías descansó con sus padres, su hijo Manasés reinó en su lugar. (2 Reyes 20, 21)

  • Volvió a construir los santuarios de las lomas que había destruido su padre, Ezequías. (2 Reyes 21, 3)

  • éste de Ajaz, éste de Ezequías, éste de Manasés, (1 Crónicas 3, 13)

  • Hijos de Nearías: Elyoenay, Ezequías, Azricam: tres. (1 Crónicas 3, 23)

  • Estos que se han citado por sus nombres vinieron en tiempos de Ezequías, rey de Judá, y destruyeron las tiendas de aquéllos, y los refugios que allí se encontraban, entregándolos al anatema hasta el día de hoy; y habitaron en lugar de ellos, ya que había allí pastos para sus ganados. (1 Crónicas 4, 41)

  • Entonces algunos hombres de los jefes de Israel, Azarías, hijo de Jojanan, Berejías, hijo de Mesilemot, Ezequías, hijo de Salum, y Amasá, hijo de Jadlay, se opusieron a los que volvían de la guerra. (2 Crónicas 28, 12)

  • Se acostó Ajaz con sus padres y lo sepultaron dentro de la ciudad en Jerusalén; pues no lo pusieron en el sepulcro de los reyes de Israel. En su lugar reinó su hijo Ezequías. (2 Crónicas 28, 27)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina