Encontrados 14 resultados para: Eternidad

  • Tu descendencia y tu reino estarán presentes ante mí. Tu trono estará firme hasta la eternidad.» (2 Samuel 7, 16)

  • Obra conmigo como quieras, quítame la vida y conviérteme en polvo, porque prefiero la muerte a la vida. Ordena que la vida me abandone; de esa manera líbrame haciendo que vuelva al polvo. En realidad, la muerte es mejor para mí que la vida, después de oír esos injustos reproches que me han dejado tan amargado. Ordena, Señor, que me libren de esta angustia y déjame llegar a la eternidad. Señor, no apartes de mí tu rostro.» (Tobías 3, 6)

  • Acuérdate que has sido compasivo y generoso desde toda la eternidad. (Salmos 25, 6)

  • Tu trono está erigido desde siempre, pues tú eres, Señor, desde la eternidad. (Salmos 93, 2)

  • Todo lo que él hace llega a su tiempo; pero ha puesto la eternidad en sus corazones, y el hombre no encuentra el sentido de la obra divina desde el principio al fin. (Eclesiastés (Qohelet) 3, 11)

  • Se temen las subidasy los barrancos en el camino; el almendro está en flor,la langosta está repleta,la alcaparra da su fruto.Ahí va el hombre a su casa de eternidad,y ya están las lloronas en la esquina de la calle. (Eclesiastés (Qohelet) 12, 5)

  • A una vida tan recta, se la imita cuando se la ve y se la echa de menos cuando desaparece: en la eternidad recibe la corona de gloria porque triunfó en combates perfectos. (Sabiduría 4, 2)

  • Una gota de agua en el mar, un grano de arena: así es su vida frente a la eternidad. (Sirácides (Eclesiástico) 18, 10)

  • Los guías espirituales brillarán como el resplandor del firmamento; los que educaron al pueblo para que fuera justo brillarán como las estrellas por toda la eternidad. (Daniel 12, 3)

  • Lo que es y que no podemos ver ha pasado a ser visible gracias a la creación del universo, y por sus obras captamos algo de su eternidad, de su poder y de su divinidad. De modo que no tienen disculpa. (Carta a los Romanos 1, 20)

  • El nos ha salvado y nos ha llamado para una vocación santa, no como premio a nuestros méritos, sino gratuitamente y por iniciativa propia. Esta llamada, que nos concedió en Cristo Jesús desde la eternidad, (2º Carta a Timoteo 1, 9)

  • A lo mejor Onésimo te fue quitado por un momento para que lo ganes para la eternidad. (Carta a Filemon 1, 15)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina