Encontrados 2558 resultados para: Espíritu del Señor

  • Pues si tienen todas estas virtudes en forma eminente, no serán inútiles ni estériles, sino que más bien alcanzarán el conocimiento de Cristo Jesús, nuestro Señor. (2º Carta de Pedro 1, 8)

  • y se les facilitará generosamente la entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador, Cristo Jesús. (2º Carta de Pedro 1, 11)

  • sabiendo que pronto será desarmada esta tienda mía, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. (2º Carta de Pedro 1, 14)

  • En efecto, no hemos sacado de fábulas o de teorías inventadas lo que les hemos enseñado sobre el poder y la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor. Con nuestros propios ojos hemos contemplado su majestad (2º Carta de Pedro 1, 16)

  • pues ninguna profecía ha venido por iniciativa humana, sino que los hombres de Dios han hablado, movidos por el Espíritu Santo. (2º Carta de Pedro 1, 21)

  • Pero el Señor sabe librar de la prueba a sus servidores y reserva a los malos para castigarlos en el día del juicio. (2º Carta de Pedro 2, 9)

  • En especial esto vale para esa gente que corre tras los peores deseos de su naturaleza y desprecia la majestad del Señor. Son orgullosos y atrevidos, y no tienen miedo de insultar a los espíritus caídos, (2º Carta de Pedro 2, 10)

  • mientras los ángeles, superiores a ellos en fuerza y en poder, no se permiten ninguna acusación injuriosa en presencia del Señor. (2º Carta de Pedro 2, 11)

  • Y si éstos, que se habían liberado de los vicios del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a esos vicios y se dejan dominar por ellos, su situación actual resulta peor que la primera. (2º Carta de Pedro 2, 20)

  • Acuérdense de las palabras dichas en el pasado por los santos profetas y del aviso de sus apóstoles, que era el del Señor y Salvador. (2º Carta de Pedro 3, 2)

  • No olviden, hermanos, que ante el Señor un día es como mil años y mil años son como un día. (2º Carta de Pedro 3, 8)

  • El Señor no se demora en cumplir su promesa, como algunos dicen, sino que es generoso con ustedes, y no quiere que se pierdan algunos, sino que todos lleguen a la conversión. (2º Carta de Pedro 3, 9)


“Quando fizer o bem, esqueça. Se fizer o mal, pense no que fez e se arrependa.” São Padre Pio de Pietrelcina