Encontrados 39 resultados para: Desterrados
Y su caso dará pie para esta maldición, que usarán corrientemente todos los desterrados judíos que están en Babilonia: «Que Yavé te trate como a Sedecías y a Ajab, que fueron asados al fuego por el rey de Babilonia.» (Jeremías 29, 22)
Yavé le dirigió la palabra al profeta: Manda este recado a los desterrados: (Jeremías 29, 30)
gritos de gozo y de alegría, canción del novio y de la novia, voz de los que traigan sacrificios de alabanza a la Casa de Yavé. Y dirán éstos: «Alaben a Yavé porque es bueno, porque es eterno su amor.» Pues haré volver a los que fueron desterrados, y estarán como antes. (Jeremías 33, 11)
Ahora viene lo que Yavé le habló a Jeremías, después que Nebuzardán, comandante de la guardia, lo dejó en libertad, cuando, en Ramá, lo sacó de en medio de los cautivos de Jerusalén y de Judá que iban desterrados a Babilonia, entre los cuales se encontraba encadenado. (Jeremías 40, 1)
El año treinta, el día quinto del cuarto mes, encontrándome entre los desterrados, a orillas del río Quebar, se abrió el cielo y contemplé visiones divinas. (Ezequiel 1, 1)
luego anda, vuélvete donde los desterrados, donde la gente de tu pueblo. Les hablarás y les dirás: ¡Así habla Yavé...! te escuchen o no". (Ezequiel 3, 11)
Cuando llegué a Tel Aviv, donde estaban los desterrados a orillas del río Quebar, permanecí siete días como atontado en medio de ellos. (Ezequiel 3, 15)
"Hijo de hombre, bien sabes lo que los habitantes de Jerusalén dicen de tus hermanos, de tus vecinos, de todos los desterrados: Que se queden allá lejos de Yavé, pues nosotros hemos heredado esta tierra. (Ezequiel 11, 15)
Y a los desterrados les dices: Los juntaré de entre esos pueblos; los reuniré de esos países adonde han sido dispersados y les devolveré la tierra de Israel. (Ezequiel 11, 17)
Por eso, esto dice Yavé: Voy a traer de vuelta a los desterrados de Jacob, tendré piedad de todo Israel y defenderé celosamente mi santo Nombre. (Ezequiel 39, 25)
Aryok se apresuró a introducir a Daniel diciendo al rey: «Encontré entre los desterrados judíos a un hombre que pretende dar al rey la interpretación.» (Daniel 2, 25)
En seguida fue introducido Daniel a la presencia del rey. Este le dijo: «¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados que el rey, mi padre, trajo de Judá? (Daniel 5, 13)
