Encontrados 144 resultados para: Derecha

  • 'Quiero pasar por tu país, pero seguiré el camino sin desviarme ni a la derecha ni a la izquierda. (Deuteronomio 2, 27)

  • Ustedes guardarán y cumplirán lo que Yavé les tiene ordenado. No se desvíen ni a la derecha ni a la izquierda, (Deuteronomio 5, 32)

  • Seguirás las instrucciones que te hayan dado y la sentencia que te dicten, sin desviarte ni a la derecha ni a la izquierda del fallo que te señalen. (Deuteronomio 17, 11)

  • Así no mirará en menos a sus hermanos, y no se apartará de estos mandamientos ni a la derecha ni a la izquierda, y él y sus hijos prolongarán los días de su reinado en medio de Israel. (Deuteronomio 17, 20)

  • sin apartarte ni a la derecha ni a la izquierda, para seguir y adorar a otros dioses. (Deuteronomio 28, 14)

  • Los límites de Manasés hacia Aser se extendían desde Micmetat, que mira a Siquem; se dirigían a mano derecha hacia los que habitan en la Fuente de Tafúaj. (Josué 17, 7)

  • Llevó una mano a la estaca y con su derecha tomó el martillo de los obreros. (Jueces 5, 26)

  • Entonces las vacas se dirigieron derecho por el camino que sube a Bet-Semes y siguieron la ruta mugiendo, sin desviarse ni a la derecha ni a la izquierda. Los jefes de los filisteos las siguieron hasta llegar al territorio de Bet-Semes. (1 Samuel 6, 12)

  • Y entonces Abner le dijo: «Apártate a la derecha o a la izquierda, toma a uno de los jóvenes y apodérate de sus despojos.» (2 Samuel 2, 21)

  • Joab dijo a Amasá: «¿Cómo está tu salud, hermano mío?» Y lo tomó de la barba con la mano derecha como para besarlo. (2 Samuel 20, 9)

  • Entró Betsabé a ver al rey Salomón para hablarle en favor de Adonías. Se levantó el rey para recibirla y se postró ante ella; se sentó después en su trono y pusieron un trono para la madre del rey, la cual se sentó a su derecha. (1 Reyes 2, 19)

  • La entrada del piso de abajo estaba en el ala derecha de la Casa y por una escalera se subía al otro piso y, de éste, al de arriba. (1 Reyes 6, 8)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina