Encontrados 44 resultados para: Dejé
Que el malvado deje sus caminos, y el criminal sus proyectos; vuélvanse a Yavé, que tendrá piedad de ellos, a nuestro Dios, que está siempre dispuesto a perdonar. (Isaías 55, 7)
Abandoné mi casa, dejé mi propiedad, he entregado lo que más quería en manos de mis enemigos. (Jeremías 12, 7)
Me has seducido, Yavé, y me dejé seducir por ti. Me tomaste a la fuerza y saliste ganando. Todo el día soy el blanco de sus burlas, toda la gente se ríe de mí. (Jeremías 20, 7)
Si le digo al malvado: ¡Vas a morir! y si tú no se lo adviertes, si no hablas de tal manera que ese malvado deje su mala conducta y así salve su vida, ese malvado morirá debido a su falta, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. (Ezequiel 3, 18)
De tantas riquezas y ganancias deshonestas, profanaste el lugar sagrado;hice brotar fuego de ti que te devoró;no dejé de ti más que cenizas por el suelo,en presencia de los que te miraban. (Ezequiel 28, 18)
que su corazón deje de ser humano, y se le dé un corazón de bestia y pasen siete tiempos sobre él (Daniel 4, 13)
El príncipe del reino persa me ha hecho resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los primeros ángeles, ha venido en mi ayuda. Lo dejé allí junto a los reyes de Persia, (Daniel 10, 13)
Efraím se ha aliado con los ídolos; ¡que su Dios lo deje, pues! Se despiertan de su borrachera para salir con prostitutas y prefieren su vergonzoso ídolo a mi Gloria. (Oseas 4, 17)
Yo dejé sus dientes limpios por no tener qué masticar e hice que faltara el pan en todas sus ciudades, pero ustedes no se han vuelto a mí - palabra de Yavé. (Amós 4, 6)
Pues bien, yo le tuve cariño a Jacob, pero le tomé odio a Esaú; si no, miren cómo dejé sus montañas desoladas y abandoné sus tierras a los chacales del desierto. (Malaquías 1, 3)
Cuando se juntó toda la gente, Pilato les dijo: «¿A quién quieren que deje libre, a Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo?» (Evangelio según San Mateo 27, 17)
Más fácil es que pasen el Cielo y la tierra, que no que deje de cumplirse una sola letra de la Ley. (Evangelio según San Lucas 16, 17)
