Encontrados 887 resultados para: David y Urías

  • Escucha la palabra de Yavé, rey de Judá que reinas sentado en el trono de David. Así te dice Yavé a ti y a tus servidores y a todo tu pueblo que entra por estas puertas: (Jeremías 22, 2)

  • Si cumplen esto, entonces los reyes sucesores de David seguirán entrando por estas puertas, pasarán con sus carros y sus caballos, con su gente y con su pueblo. (Jeremías 22, 4)

  • Inscriban en el registro a este hombre así: «Sin hijos, un fracasado en su vida.» Pues nadie de su sangre logrará restablecerse sobre el trono de David para reinar en Judá. (Jeremías 22, 30)

  • Así dice Yavé: «Llega el día en que yo haré surgir un hijo de David que se portará como rey justo y prudente. (Jeremías 23, 5)

  • Hubo también otro hombre que profetizó en nombre de Yavé: Urías, hijo de Semaya, de Cariatiarim; él profetizó contra esta ciudad y contra este país exactamente lo mismo que Jeremías. (Jeremías 26, 20)

  • El rey Joaquim, con todos sus oficiales y magistrados, al oír sus palabras, trató de darle muerte. Al tener noticia de eso, Urías, aterrorizado, huyó a Egipto. (Jeremías 26, 21)

  • Pero el rey Joaquim envió a Egipto a algunos hombres a las órdenes de Elnatán, hijo de Acbor, que sacaron a Urías de Egipto (Jeremías 26, 22)

  • Porque sin que yo los haya mandado se aprovechan de mi nombre para profetizar mentiras, dice Yavé. Respecto al que ocupa el trono de David y a toda la población de esta ciudad, hermanos de ustedes, que no los acompañaron en el destierro, (Jeremías 29, 9)

  • sino que servirán a Yavé, su Dios, y a David, el rey que yo les pondré. (Jeremías 30, 9)

  • En esos días, haré nacer un nuevo brote de David que ejercerá la justicia y el derecho en el país. (Jeremías 33, 15)

  • Pues lo afirma Yavé: Nunca le faltará a David un descendiente para que se siente en el trono de Israel (Jeremías 33, 17)

  • entonces podría romper también mi alianza con David, mi siervo, para que no haya ningún hijo suyo que pueda ocupar el trono del rey, y con los sacerdotes y levitas que me sirven. (Jeremías 33, 21)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina