Encontrados 29 resultados para: Débiles

  • Otros son débiles y vulnerables, sin recursos y carentes de todo, pero el Señor los mira con ojos favorables. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 12)

  • El pensamiento del orgulloso es como la perdiz enjaulada para atraer la caza: te observa y descubre tus puntos débiles; (Sirácides (Eclesiástico) 11, 30)

  • Desde lejos reconocerás al charlatán, el hombre precavido le descubre pronto los puntos débiles. (Sirácides (Eclesiástico) 21, 7)

  • sino que hará justicia a los débiles y defenderá el derecho de los pobres del país. Su palabra derribará al opresor, el soplo de sus labios matará al malvado. (Isaías 11, 4)

  • Robustezcan las manos débiles y afirmen las rodillas que se doblan. (Isaías 35, 3)

  • seguirán con sus turbantes en la cabeza y sus sandalias en los pies, no gemirán ni llorarán. Se sentirán débiles a causa de sus maldades y se lamentarán entre ustedes. (Ezequiel 24, 23)

  • Ustedes les han pegado a costillas y lomos, han corneado a todas las más débiles, hasta echarlas afuera. (Ezequiel 34, 21)

  • Escuchen esta palabra, vacas de Basán, damas de los cerros de Samaria: Ustedes oprimen a los débiles, aplastan a los menesterosos, y luego dicen a sus maridos: «Sírvannos vino para tomar». (Amós 4, 1)

  • Con este ejemplo les he enseñado claramente que deben trabajar duro para ayudar a los débiles. Recuerden las palabras del Señor Jesús: «Hay mayor felicidad en dar que en recibir.» (Hecho de los Apóstoles 20, 35)

  • Somos débiles pero el Espíritu viene en nuestra ayuda. No sabemos cómo pedir ni qué pedir, pero el Espíritu lo pide por nosotros, sin palabras, como con gemidos. (Carta a los Romanos 8, 26)

  • Nosotros somos unos locos por Cristo, ustedes tienen la sabiduría cristiana. Nosotros somos débiles y ustedes fuertes. Ustedes son gente considerada y nosotros despreciados. (1º Carta a los Corintios 4, 10)

  • Cuídense, pues, de que sus derechos no hagan caer a los débiles. (1º Carta a los Corintios 8, 9)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina