Encontrados 66 resultados para: Cuello
Cuando llegue aquel día, dice Yavé de los Ejércitos, quebraré el yugo que pesa sobre su cuello y romperé sus ataduras. Ya no estarán más sometidos a extranjeros, (Jeremías 30, 8)
Lo anuncian a voz en cuello hasta Soar. ¡Ay!, la cuesta de Luit la suben llorando. (Jeremías 48, 4)
Vigiló mis crímenes, los juntó y los ató; están en su mano. Su yugo pesa sobre mi cuello ha hecho flaquear mi fuerza; Yavé me ha entregado en manos que no puedo resistir. (Lamentaciones 1, 14)
Con el yugo al cuello andamos acosados; estamos agotados, no nos dan respiro. (Lamentaciones 5, 5)
Hijos míos, soporten con paciencia el castigo que Dios les ha mandado. Tu enemigo te ha perseguido, pero pronto verás su ruina y pondrás tu pie sobre su cuello. (Baruc 4, 25)
te adorné con joyas, puse brazaletes en tus muñecas, un collar en tu cuello, (Ezequiel 16, 11)
Gritando, mandó llamar a los brujos y adivinos y les dijo: «Al que entienda esta letra y me la explique, lo haré vestir de rojo, color reservado para el rey, y le pondré al cuello un collar de oro y gobernará la tercera parte del reino. (Daniel 5, 7)
He oído decir que tú puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Por eso, si logras leer este escrito y decirme su interpretación, serás vestido de púrpura, llevarás al cuello el collar de oro y gobernarás la tercera parte del reino. (Daniel 5, 16)
Escuchen esto, sacerdotes; estén atentos, jefes de Israel; presten atención los de la casa del rey, pues esta sentencia es para ustedes: Han sido como un lazo de cazador en Mispá y como una red tendida en el Tabor. Yo los voy a castigar a todos porque se han hundido hasta el cuello en la corrupción. (Oseas 5, 1)
Me subían las aguas hasta el cuello, el abismo me rodeaba, las algas se enredaban en mi cabeza. (Jonás 2, 6)
El que hiciera caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar. (Evangelio según San Mateo 18, 6)
Pero apenas salió el empleado de la presencia del rey, se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y casi lo ahogaba, gritándole: «Págame lo que me debes.» (Evangelio según San Mateo 18, 28)