Encontrados 469 resultados para: Ciudades

  • Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos mientras se dirigía a Jerusalén. (Evangelio según San Lucas 13, 22)

  • Le contestó: «Está bien, servidor bueno; ya que fuiste fiel en cosas muy pequeñas, ahora te confío el gobierno de diez ciudades.» (Evangelio según San Lucas 19, 17)

  • El rey le contestó: «Tú también gobernarás cinco ciudades.» (Evangelio según San Lucas 19, 19)

  • Acudían multitudes de las ciudades vecinas a Jerusalén, trayendo a sus enfermos y a personas atormentadas por espíritus malos, y todos eran sanados. (Hecho de los Apóstoles 5, 16)

  • Así Felipe anunció a Cristo a los samaritanos en una de sus ciudades adonde había bajado. (Hecho de los Apóstoles 8, 5)

  • Ellos, al enterarse, huyeron a la provincia de Licaonia, a las ciudades de Listra, Derbe y alrededores, (Hecho de los Apóstoles 14, 6)

  • Pero un día Pablo dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar a los hermanos y veamos cómo están en cada una de las ciudades donde hemos anunciado la Palabra del Señor.» (Hecho de los Apóstoles 15, 36)

  • De allí pasamos a Filipos, una de las principales ciudades del distrito de Macedonia, con derechos de colonia romana. Nos detuvimos allí algunos días, (Hecho de los Apóstoles 16, 12)

  • Te dejé en Creta para que solucionaras los problemas existentes y pusieras presbíteros en todas las ciudades, de acuerdo con mis instrucciones. (Carta a Tito 1, 5)

  • También condenó Dios a las ciudades de Sodoma y Gomorra reduciéndolas a cenizas, para que sirvieran de escarmiento a los malvados del futuro. (2º Carta de Pedro 2, 6)

  • De igual modo sentenció a Sodoma, Gomorra y las ciudades vecinas que se entregaban a la prostitución y se dejaban llevar por sus instintos; éstas son ahora una advertencia del fuego eterno. (2º Carta de Pedro 3, 7)

  • Lo mismo que Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas que también se prostituyeron dejándose atraer por uniones contra la naturaleza, se ponen como ejemplo al padecer el castigo del fuego eterno. (Carta de Judas 1, 7)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina