Encontrados 130 resultados para: Cerro

  • Los filisteos presentaron batalla a Israel. Los israelitas huyeron, y muchos cayeron muertos en el cerro Gelboé. (1 Samuel 31, 1)

  • Respondió el joven: «Yo me encontraba, por casualidad, en el cerro Gelboé, y vi a Saúl apoyado en su lanza y cercado por carros y hombres a caballo. (2 Samuel 1, 6)

  • Pero él, en vez de atender a su súplica, llamó a un sirviente y le dijo: «Echamela afuera, que no quiero verla, y cierra luego la puerta.» El servidor la echó fuera y cerró la puerta. (2 Samuel 13, 17)

  • David subía el cerro de los Olivos llorando, con la cabeza cubierta y los pies descalzos. Todos los que lo acompañaban hacían otro tanto. (2 Samuel 15, 30)

  • los entregó en manos de los gabaonitas, que los ahorcaron en el cerro, delante de Yavé. Los siete murieron juntos. Eran los primeros días de la cosecha, cuando comienza la siega de la cebada. (2 Samuel 21, 9)

  • También edificó un santuario a Camos, el ídolo de Moab, en el cerro que está al oriente de Jerusalén, y otro a Milcom, dios de los amonitas. (1 Reyes 11, 7)

  • Luego compró a Semer el cerro de Samaria por dos talentos de plata. Construyó sobre el cerro y llamó Samaria a esta ciudad, del nombre de Semer, al que había pertenecido el cerro. (1 Reyes 16, 24)

  • Se levantó, pues, para comer y beber, y con la fuerza que le dio aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al cerro de Dios, el Horeb. (1 Reyes 19, 8)

  • Ocozías envió un jefe de cincuenta, que subió con sus cincuenta hombres para buscarlo. Elías estaba sentado en la cumbre del cerro. El jefe le dijo: «Hombre de Dios, el rey manda que bajes.» (2 Reyes 1, 9)

  • Entonces la madre subió y lo acostó sobre la cama de Eliseo. Cerró la puerta y salió. (2 Reyes 4, 21)

  • Eliseo entró y cerró la puerta tras de sí, y oró a Yavé. (2 Reyes 4, 33)

  • Oró Eliseo y dijo: «Yavé, abre sus ojos para que vea.» Abrió Yavé los ojos del muchacho y vio el cerro lleno de caballos y carros de fuego en torno a Eliseo. (2 Reyes 6, 17)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina