Encontrados 199 resultados para: Cerca

  • Al día siguiente, mientras iban de camino, ya cerca de la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar. Era el mediodía. (Hecho de los Apóstoles 10, 9)

  • Estando cerca de Misia intentaron dirigirse a Bitinia, pero no se lo consintió el Espíritu de Jesús. (Hecho de los Apóstoles 16, 7)

  • Iba de camino, y ya estaba cerca de Damasco, cuando a eso del mediodía se produjo un relámpago y me envolvió de repente una luz muy brillante que venía del cielo. (Hecho de los Apóstoles 22, 6)

  • El joven respondió: «Los judíos han decidido pedirte que mañana lleves a Pablo al Sanedrín con el pretexto de examinar más de cerca su caso. (Hecho de los Apóstoles 23, 20)

  • Me han visto de tan cerca que, si quisieran, podrían testificar que he vivido como un fariseo en la secta más rigurosa de nuestra religión. (Hecho de los Apóstoles 26, 5)

  • Lo costeamos con dificultad y llegamos a un lugar llamado Puertos Buenos, cerca de la ciudad de Lasea. (Hecho de los Apóstoles 27, 8)

  • Y luego se dice: Muy cerca de ti está la Palabra, ya está en tus labios y en tu corazón. Ahí tienen nuestro mensaje, y es la fe. (Carta a los Romanos 10, 8)

  • Comprendan en qué tiempo estamos, y que ya es hora de despertar. Nuestra salvación está ahora más cerca que cuando llegamos a la fe. (Carta a los Romanos 13, 11)

  • La noche va muy avanzada y está cerca el día: dejemos, pues, las obras propias de la oscuridad y revistámonos de una coraza de luz. (Carta a los Romanos 13, 12)

  • Sabemos que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también con Jesús y nos pondrá cerca de él con ustedes. (2º Carta a los Corintios 4, 14)

  • Ahí tienen, pues, a Tito, mi compañero y ayudante cerca de ustedes, y con él tienen a hermanos nuestros, delegados de las Iglesias, personas que son la gloria de Cristo. (2º Carta a los Corintios 8, 23)

  • Pero ahora, en Cristo Jesús y por su sangre, ustedes que estaban lejos han venido a estar cerca. (Carta a los Efesios 2, 13)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina