Encontrados 3232 resultados para: Asa
Yo quisiera verlos libres de preocupaciones. El que no se ha casado se preocupa de las cosas del Señor y de cómo agradarle. (1º Carta a los Corintios 7, 32)
No así el que se ha casado, pues se preocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su esposa, y está dividido. (1º Carta a los Corintios 7, 33)
De igual manera la mujer soltera y la joven sin casar se preocupan del servicio del Señor y de ser santas en su cuerpo y en su espíritu. Mientras que la casada se preocupa de las cosas del mundo y de agradar a su esposo. (1º Carta a los Corintios 7, 34)
Alguien puede sentirse incómodo respecto de su novia que es todavía virgen y está ya entrando en años. Si piensa que es mejor casarse, haga lo que le parezca, pues no comete pecado. Que se casen. (1º Carta a los Corintios 7, 36)
Así, pues, el que se casa con la joven que mantenía virgen obra bien, y el que no se casa obra mejor. (1º Carta a los Corintios 7, 38)
La mujer está ligada a su marido mientras éste vive. Pero si se muere queda libre y puede casarse con quien desee, siempre que sea un matrimonio cristiano. (1º Carta a los Corintios 7, 39)
De todos modos será más feliz si permanece sin casarse; éste es mi consejo. Y creo que yo también tengo el Espíritu de Dios. (1º Carta a los Corintios 7, 40)
Les recordaré, hermanos, lo que ocurrió a nuestros antepasados. Todos estuvieron bajo la nube y todos atravesaron el mar. (1º Carta a los Corintios 10, 1)
pues cada uno empieza sin más a comer su propia comida, y mientras uno pasa hambre, el otro se embriaga. (1º Carta a los Corintios 11, 21)
¿No tienen sus casas para comer y beber? ¿O es que desprecian a la Iglesia de Dios y quieren avergonzar a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Tendré que aprobarlos? En esto no. (1º Carta a los Corintios 11, 22)
y si alguien tiene hambre, que coma en su casa. Pero no se reúnan para ponerse en mala situación. Lo demás ya lo dispondré cuando vaya. (1º Carta a los Corintios 11, 34)
El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. (1º Carta a los Corintios 13, 8)