Encontrados 673 resultados para: Anciano de Días

  • Al cumplirse los días de su purificación, sea por niño o niña, presentará al sacerdote, a la entrada de la Tienda de las Citas, un cordero de un año como holocausto, y un pichón o una tórtola como sacrificio por el pecado. (Levítico 12, 6)

  • Pero si hay en la piel una mancha blanca que no parezca hundida en la piel, y si el pelo no se ha vuelto blanco, el sacerdote recluirá durante siete días al afectado. (Levítico 13, 4)

  • Al séptimo día lo examinará y, si comprueba que la llaga subsiste pero no se ha extendido por la piel, el sacerdote lo recluirá otros siete días. (Levítico 13, 5)

  • Pasados estos días lo volverá a examinar; si ve que la llaga ha perdido su color y no se ha extendido en la piel, el sacerdote lo declarará puro; no se trata más que de una erupción. El afectado lavará sus vestidos y será puro. (Levítico 13, 6)

  • Pero, si el sacerdote ve que no hay pelo blanco en la mancha ni está hundida en la piel, y que se ha secado, recluirá la persona por siete días. (Levítico 13, 21)

  • Si, en cambio, ve que no aparece pelo blanco en la mancha, que no está hundida la piel, recluirá la persona siete días. (Levítico 13, 26)

  • Pero, si el sacerdote ve que la llaga no parece hundida en la piel y no hay en ella pelo amarillo, recluirá la persona por siete días. (Levítico 13, 31)

  • aquella persona se afeitará menos en el lugar de la tiña, y el sacerdote la recluirá otra vez por siete días. (Levítico 13, 33)

  • El sacerdote examinará la mancha y encerrará el objeto manchado durante siete días. (Levítico 13, 50)

  • hará lavar el objeto manchado y lo encerrará otros siete días. (Levítico 13, 54)

  • El que ha sido purificado lavará sus vestidos, se afeitará todo su pelo, se bañará en agua y quedará puro, y luego volverá al campamento. Pero tiene que quedarse primero siete días fuera de su tienda, (Levítico 14, 8)

  • el sacerdote saldrá a la puerta de la casa y la cerrará durante siete días. (Levítico 14, 38)


“Proponha-se a exercitar-se nas virtudes”. São Padre Pio de Pietrelcina