Encontrados 79 resultados para: Amonitas

  • Los amonitas hicieron una salida y se for maron en orden de batalla a la entrada de la puerta, mientras que los arameos de Sabá y de Rejob y los hombres de Tob y Maaká estaban aparte en el campo. (2 Samuel 10, 8)

  • y confió a su hermano Abisaí el resto del ejército para hacerles frente a los amonitas. (2 Samuel 10, 10)

  • Luego le dijo: «Si los arameos me dominan, tú vendrás en mi ayuda, y si los amonitas te do minan, yo iré a socorrerte. (2 Samuel 10, 11)

  • Cuando los amonitas vieron que los arameos habían huído, retrocedieron ante Abisaí y se encerraron en la ciudad. Enton ces Joab puso fin a la campaña contra los amo nitas y volvió a Jerusalén. (2 Samuel 10, 14)

  • Todos estos reyes que seguían a Hadade zer hicieron la paz con los israelitas a conse cuencia de su derrota y quedaron sometidos. Y, en adelante, los arameos no se atrevieron ya más a venir en ayuda de los amonitas. (2 Samuel 10, 19)

  • Al año siguiente, en el tiempo en que los reyes sa len a campaña, David mandó a Joab con la guardia y todo el ejército. Derro taron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabbá, mientras que él se quedó en Jerusalén. (2 Samuel 11, 1)

  • ¿Por qué entonces me has despreciado, haciendo lo que no me gusta? Tú no sólo fuiste el causante de la muerte de Urías, el heteo, sino que, además, le quitaste su esposa. Sí, tú lo has asesinado por la espada de los amonitas. (2 Samuel 12, 9)

  • Joab atacó Rabbá de los amonitas y se apoderó de la ciudad del rey. (2 Samuel 12, 26)

  • En cuanto a sus habitantes, los hizo salir de la ciudad, los puso a manejar la sierra, las rastras y las hachas de hierro y los hizo trabajar en la fabricación de ladrillos; lo mismo hizo con todas las ciudades de los amonitas. Y luego Da vid y todo su ejército volvieron a Jerusalén. (2 Samuel 12, 31)

  • Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras: moabitas, sidonias, amonitas, edomitas y heteas. (1 Reyes 11, 1)

  • Salomón se interesó por Astarté, diosa de los sidonios, y Milcom, ídolo de los amonitas. (1 Reyes 11, 5)

  • También edificó un santuario a Camos, el ídolo de Moab, en el cerro que está al oriente de Jerusalén, y otro a Milcom, dios de los amonitas. (1 Reyes 11, 7)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina