Encontrados 2533 resultados para: Ama
Judá reconoció que eran suyos y dijo: «Soy yo el culpable, y no Tamar, porque no le he dado a mi hijo Sela.» Y no tuvo más relaciones con ella. (Génesis 38, 26)
Preguntó entonces a esos oficiales de Faraón que estaban con él en la prisión: «¿Por qué amanecieron con tan mala cara?» (Génesis 40, 7)
Aquella mañana Faraón se levantó muy preocupado, y mandó llamar a todos los adivinos y sabios de Egipto. Les contó sus sueños, pero ninguno fue capaz de interpretarlos. (Génesis 41, 8)
Al oír esto, José se retiró y lloró. Después volvió, habló a sus hermanos, tomó a Simeón, lo hizo amarrar en su presencia. (Génesis 42, 24)
Yo respondo por él, pídeme cuenta de él. Si no te lo traigo de vuelta y no te lo muestr de nuevo, no me perdones jamás esta falta. (Génesis 43, 9)
Al amanecer fueron despedidos los hombres con sus burros. (Génesis 44, 3)
Ellos le respondieron: «¿Por qué habla así mi señor? Jamás haríamos cosa semejante. (Génesis 44, 7)
Pero José respondió: «Jamás haría tal cosa. El hombre a quien se le halló la copa será mi esclavo, pero ustedes pueden volver en paz donde su padre.» (Génesis 44, 17)
Los hijos de Benjamín: Bela, Beker, Asbel, Gera, Naamán, Equi, Ros, Mofín, Ofín y Ared. (Génesis 46, 21)
Entonces Israel se inclinó sobre la cabecera de su cama. (Génesis 47, 31)
e hizo anunciar a su padre: «Mira, tu hijo José ha venido a verte.» Israel, haciendo un esfuerzo, se sentó en la cama. (Génesis 48, 2)
Eres como las aguas espumantes: no te encumbrarás, tú que subiste al lecho de tu padre y deshonraste mi cama. (Génesis 49, 4)