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porque el rey tenía una flota de barcos de Tarsis en el mar, con la flota de Hiram, y cada tres años venían de allá trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales. (1 Reyes 10, 22)
Se traía de allá un carro por seiscientas monedas de plata y un caballo por ciento cincuenta. En iguales condiciones se los exportaba para todos los reyes de los heteos y para los reyes de Aram. Los mercaderes de Salomón eran los que hacían todos estos trámites. (1 Reyes 10, 29)
El sacerdote Urías construyó un altar conforme al dibujo que el rey le había mandado de Damasco y lo terminó antes que éste regresara de allá. (2 Reyes 16, 11)
Entonces el rey de Asur dio esta orden: «Que vuelva allá uno de los sacerdotes que hemos desterrado de Samaria; que vaya a vivir con aquella gente y que les enseñe la manera de honrar al Dios de aquella tierra.» (2 Reyes 17, 27)
y para llevar allá el oro y la plata que el rey y sus consejeros han ofrecido generosamente al Dios de Israel, cuya Casa está en Jerusalén; (Esdras 7, 15)
Me respondieron: «Viven allá, en la provincia, en medio de mucha pobreza y humillaciones. La muralla de Jerusalén está en el suelo, y sus puertas, quemadas.» (Nehemías 1, 3)
Al lado de ellos trabajaron los de Jericó, y más allá Zacur, hijo de Emrí. (Nehemías 3, 2)
El respondió: «Sí, he ido muchas veces y conozco bien los caminos. Allá he sido huésped de Gabael, nuestro hermano, que vive en Ragués de Media.» Tobías le dijo: (Tobías 5, 6)
pensó: «A lo mejor se entretuvo allá, o quizá haya muerto Gabael y no hay nadie que le entregue el dinero». (Tobías 10, 2)
a los habitantes de Samaria y sus ciudades, a los de más allá del Jordán, hasta Jerusalén, Batanea, Jelús, Cadés, el río de Egipto, Tafnes, Rameses y toda la tierra de Gosén, (Judit 1, 9)
hasta más allá de Tanis y Menfis, a todos los habitantes de Egipto, hasta las fronteras de Etiopía. (Judit 1, 10)
Cuando los israelitas supieron esto, se lanzaron sobre ellos, y los persiguieron hasta Coba. También acudieron los de Jerusalén y los de la montaña, pues ya sabían lo que había pasado en el campamento de sus enemigos. Los de Galaad y Galilea los persiguieron hasta más allá de Damasco. (Judit 15, 5)