Encontrados 1161 resultados para: Aco

  • Cristo es mi vida, y de la misma muerte saco provecho. (Carta a los Filipenses 1, 21)

  • Que la palabra de Cristo habite en ustedes y esté a sus anchas. Tengan sabiduría, para que se puedan aconsejar unos a otros y se afirmen mutuamente con salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Que la gracia ponga en sus corazones un cántico a Dios, (Carta a los Colosenses 3, 16)

  • Los saluda Aristarco, mi compañero de cárcel, y Marcos, primo de Bernabé, acerca del cual ya recibieron instrucciones. Si va para allá, denle una buena acogida. (Carta a los Colosenses 4, 10)

  • Vendrá aquel día para ser glorificado en la persona de sus santos y para que todos admiren su obra en los que creyeron, entre los que están ustedes, que acogieron nuestro testimonio. (2º Carta a los Tesalonicenses 1, 10)

  • Es necesario, pues, que el obispo sea irreprochable, casado una sola vez, casto, dueño de sí, de buenos modales, que acoja fácilmente en su casa y con capacidad para enseñar. (1º Carta a Timoteo 3, 2)

  • Los diáconos también han de ser respetables y de una sola palabra, moderados en el uso del vino y que no busquen dinero mal ganado; (1º Carta a Timoteo 3, 8)

  • Primero sean sometidos a prueba y después, si no hubiera nada que reprocharles, sean aceptados como diáconos. (1º Carta a Timoteo 3, 10)

  • Los diáconos sean casados una sola vez y gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. (1º Carta a Timoteo 3, 12)

  • No reprendas con dureza al anciano; al contrario, aconséjalo como si fuera tu padre; trata a los jóvenes como a hermanos; (1º Carta a Timoteo 5, 1)

  • Aprenden además a no hacer nada y se acostumbran a andar de casa en casa. Como no tienen nada que hacer, hablan de más, se meten en lo que no les toca y dicen lo que no deben. (1º Carta a Timoteo 5, 13)

  • Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte, para llenarme de alegría. (2º Carta a Timoteo 1, 4)

  • predica la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, rebatiendo, amenazando o aconsejando, siempre con paciencia y dejando una doctrina. (2º Carta a Timoteo 4, 2)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina