Encontrados 898 resultados para: árbol de la vida
Cuidarás tan sólo de no comer la sangre, porque la sangre es la vida y no debes comer la vida con la carne. (Deuteronomio 12, 23)
Comerás en presencia de Yavé, en el lugar que El haya escogido para morada de su Nombre, el diezmo de tu trigo, de tu aceite y de tu vino, así como los primeros nacidos de tu ganado mayor y menor. Con eso aprenderás a honrar a Yavé, tu Dios, todos los días de tu vida. (Deuteronomio 14, 23)
En la cena de Pascua no comerás pan con levadura, sino que, durante siete días, comerás pan ázimo, pan de miseria; porque la salida de Egipto se hizo en forma precipitada. Así te acordarás todos los días de tu vida del día en que saliste de Egipto. (Deuteronomio 16, 3)
No plantarás tronco sagrado ni árbol alguno cerca del altar que levantes para tu Dios. (Deuteronomio 16, 21)
La llevará consigo, la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Yavé, guardando todas las palabras de la Ley y poniendo en práctica sus preceptos. (Deuteronomio 17, 19)
Por ejemplo, si alguno va al bosque con un compañero a cortar leña y mientras maneja el hacha para cortar el árbol, se sale el hierro del mango y va a herir mortalmente a su compañero; éste puede huir a una de estas ciudades y así salvarse. (Deuteronomio 19, 5)
los jefes de su ciudad mandarán prenderlo allí, al lugar de asilo, y lo entregarán en manos del pariente del muerto para que le quiten la vida. (Deuteronomio 19, 12)
No te compadecerás de él, sino que le harás pagar vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie. (Deuteronomio 19, 21)
Si ella te la acepta y te abre las puertas, toda la gente que en ella se encuentre salvará su vida. Te pagarán impuestos y te servirán. (Deuteronomio 20, 11)
En cambio, no dejarás a nadie con vida en las ciudades que Yavé te da en herencia, (Deuteronomio 20, 16)
Si un hombre, culpable de algún delito que merece la muerte, ha sido ajusticiado y colgado de un árbol, (Deuteronomio 21, 22)
Si encuentras en tu camino un nido de pájaros en un árbol o en el suelo, y la madre está echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no te llevarás a la madre con las crías, (Deuteronomio 22, 6)