Encontrados 44 resultados para: �Nuevamente

  • Rezó a él y Dios accedió, escuchó su oración y le concedió que volviera a Jerusalén y reinara nuevamente. Entonces supo Manasés que sólo Yavé es Dios. (2 Crónicas 33, 13)

  • Sambalat, Tobías, el árabe, Guesem y los demás enemigos nuestros supieron que yo había levantado nuevamente la muralla de Jerusalén. No quedaba ningún hoyo, aunque todavía no se habían puesto las puertas. (Nehemías 6, 1)

  • A pesar de esto, pecaron nuevamente, no creían aún en sus maravillas. (Salmos 78, 32)

  • Nuevamente tentaron a su Dios y enojaron al Santo de Israel. (Salmos 78, 41)

  • Supo que los judíos habían destruido el abominable ídolo erigido por él sobre el altar de Jerusalén y habían levantado nuevamente las murallas del Templo a la misma altura que las anteriores; además habían fortificado la ciudad de Betsur. (1 Macabeos 6, 7)

  • Yavé me habló nuevamente y me dijo: (Isaías 8, 5)

  • Estas son las palabras de Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel: «Usarán nuevamente esta expresión en Judá y en sus ciudades, cuando yo haya mejorado su suerte: ¡Que Yavé te bendiga, oh morada de Justicia, monte santo! (Jeremías 31, 23)

  • Los entregaré en manos de los que quieren quitarles la vida, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y de sus súbditos. Pero en el futuro Egipto será nuevamente poblado como antiguamente, dice Yavé. (Jeremías 46, 26)

  • Entrarán allí nuevamente y arrancarán todos los horrores, todos los ídolos. (Ezequiel 11, 18)

  • Yavé me dirigió nuevamente la palabra: (Ezequiel 12, 17)

  • Multiplicaré en ustedes a los hombres, a toda la casa de Israel; las ciudades serán nuevamente habitadas y las ruinas reedificadas. (Ezequiel 36, 10)

  • La tierra arrasada será nuevamente cultivada después que todos los que hayan pasado la hayan visto abandonada. (Ezequiel 36, 34)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina