Encontrados 622 resultados para: �Luego

  • pero luego sobrevienen las preocupaciones de esta vida, las promesas engañosas de la riqueza y las demás pasiones, y juntas ahogan la Palabra, que no da fruto. (Evangelio según San Marcos 4, 19)

  • La tierra da fruto por sí misma: primero la hierba, luego la espiga, y por último la espiga se llena de granos. (Evangelio según San Marcos 4, 28)

  • Luego, trayéndola en una bandeja, se la entregó a la muchacha y ésta se la pasó a su madre. (Evangelio según San Marcos 6, 28)

  • Jesús despidió, pues, a la gente, y luego se fue al cerro a orar. (Evangelio según San Marcos 6, 46)

  • Así Jesús declaraba que todos los alimentos son puros. Y luego continuó: «Lo que hace impura a la persona es lo que ha salido de su propio corazón. (Evangelio según San Marcos 7, 20)

  • Eran unos cuatro mil los que habían comido. Luego Jesús los despidió. (Evangelio según San Marcos 8, 9)

  • Luego comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los notables, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, que sería condenado a muerte y resucitaría a los tres días. (Evangelio según San Marcos 8, 31)

  • Luego Jesús llamó a sus discípulos y a toda la gente y les dijo: «El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga. (Evangelio según San Marcos 8, 34)

  • Jesús contestó: «No se lo prohíban, ya que nadie puede hacer un milagro en mi nombre y luego hablar mal de mí. (Evangelio según San Marcos 9, 39)

  • Luego se puso a enseñar y les dijo: «¿No dice Dios en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la han convertido en una guarida de ladrones!» (Evangelio según San Marcos 11, 17)

  • Tomó luego una copa, y después de dar gracias se la entregó; y todos bebieron de ella. (Evangelio según San Marcos 14, 23)

  • Jesús amenazó al demonio, ordenándole: «Cállate y sal de ese hombre.» El demonio lo arrojó al suelo, pero luego salió de él sin hacerle daño alguno. (Evangelio según San Lucas 4, 35)


“Os talentos de que fala o Evangelho são os cinco sentidos, a inteligência e a vontade. Quem tem mais talentos, tem maior dever de usá-los para o bem dos outros.” São Padre Pio de Pietrelcina