Encontrados 365 resultados para: �Dicho
como tampoco los descendientes de Abrahán eran todos hijos suyos. Pues le fue dicho: Los hijos de Isaac serán considerados tus descendientes. (Carta a los Romanos 9, 7)
He dicho su conciencia, y no la tuya. ¿Será conveniente que yo haga uso de mi libertad si va a ser criticado por otra conciencia? (1º Carta a los Corintios 10, 29)
Lo mismo ocurre con ustedes y sus lenguas: ¿quién sabrá lo que han dicho si no hay palabras que se entiendan? Habrá sido como hablar al viento. (1º Carta a los Corintios 14, 9)
Si alabas a Dios sólo con el espíritu, ¿qué hará el que se conforma con escuchar? ¿Acaso podrá añadir «amén» a tu acción de gracias? Pues no sabe lo que has dicho. (1º Carta a los Corintios 14, 16)
Está dicho que debe ejercer el poder hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies, (1º Carta a los Corintios 15, 25)
Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos. (2º Carta a los Corintios 5, 1)
Y aunque parezca demasiado seguro del poder que el Señor me dio para edificarlos, no para destruirlos, no me avergonzaré de haberlo dicho. (2º Carta a los Corintios 10, 8)
Dicho sea de paso, ustedes, que son tan inteligentes, aguantan bastante bien a los locos. (2º Carta a los Corintios 11, 19)
He dicho tonterías, pero ustedes me obligaron. Ustedes debían haber hecho mis elogios, pues en nada me ganan los superapóstoles, aunque nada soy. (2º Carta a los Corintios 12, 11)
y envidias; borracheras, orgías y cosas semejantes. Les he dicho, y se lo repito: los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. (Carta a los Gálatas 5, 21)
Porque muchos viven como enemigos de la cruz de Cristo; se lo he dicho a menudo y ahora se lo repito llorando. (Carta a los Filipenses 3, 18)
Que nadie ofenda a su hermano o hermana en esta materia o se aproveche de él. El Señor pedirá cuentas de todas estas cosas, como ya se lo hemos dicho y declarado. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 6)
