Encontrados 431 resultados para: �Aquel

  • Muchos samaritanos de aquel pueblo creyeron en él por las palabras de la mujer, que declaraba: «El me ha dicho todo lo que he hecho.» (Evangelio según San Juan 4, 39)

  • Al instante el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar. Pero aquel día era sábado. (Evangelio según San Juan 5, 9)

  • Pero el enfermo no sabía quién era el que lo había sanado, pues Jesús había desaparecido entre la multitud reunida en aquel lugar. (Evangelio según San Juan 5, 13)

  • Yo no puedo hacer nada por mi cuenta, sino que juzgo conforme a lo que escucho; así mi juicio es recto, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad de Aquel que me envió. (Evangelio según San Juan 5, 30)

  • No piensen que seré yo quien los acuse ante el Padre. Es Moisés quien los acusa, aquel mismo en quien ustedes confían. (Evangelio según San Juan 5, 45)

  • Jesús les dijo: «Hagan que se sienta la gente.» Había mucho pasto en aquel lugar, y se sentaron los hombres en número de unos cinco mil. (Evangelio según San Juan 6, 10)

  • Jesús respondió: «La obra de Dios es ésta: creer en aquel que Dios ha enviado.» (Evangelio según San Juan 6, 29)

  • El pan que Dios da es Aquel que baja del cielo y que da vida al mundo.» (Evangelio según San Juan 6, 33)

  • Pues, por supuesto que nadie ha visto al Padre: sólo Aquel que ha venido de Dios ha visto al Padre. (Evangelio según San Juan 6, 46)

  • Como ellos insistían en preguntarle, se enderezó y les dijo: «Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le arroje la primera piedra.» (Evangelio según San Juan 8, 7)

  • Entonces habló uno de ellos, Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año, y dijo: «Ustedes no entienden nada. (Evangelio según San Juan 11, 49)

  • Estas palabras de Caifás no venían de sí mismo, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, profetizó en aquel momento; Jesús iba a morir por la nación; (Evangelio según San Juan 11, 51)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina