Encontrados 123 resultados para: �Vive

  • De todo ser que respira y vive entraron con Noé en el arca en fila de a dos. (Génesis 7, 15)

  • Pues el arco estará en las nubes; yo al verlo me acordaré de la alianza perpetua entre Dios y todo ser terrestre, con todo ser animado que vive en una carne.» (Génesis 9, 16)

  • Ellos se defendieron diciéndole: «Eramos doce hermanos, hijos de un mismo padre, que vive en Canaán. El menor se quedó con nuestro padre, y el otro ya no vive.» (Génesis 42, 13)

  • Éramos doce hermanos, hijos del mismo padre, pero uno de nosotros ya no vive, y el hermano más pequeño se quedó con nuestro padre en el país de Canaán". (Génesis 42, 32)

  • Ellos contestaron: «Aquel hombre nos interrogó con tanta insistencia sobre nosotros y nuestra familia: ¿Vive todavía el padre de ustedes? ¿Tienen algún otro hermano? Y nosotros contestamos a esas preguntas. ¿Cómo ibamos a imaginar que nos diría: Tráiganme a su hermano?» (Génesis 43, 7)

  • El les preguntó cómo estaban; les dijo: «¿Está bien el padre de ustedes, aquel anciano de quien me hablaron? ¿Vive todavía?» (Génesis 43, 27)

  • Ellos respondieron: «Tu siervo, nuestro padre, está bien y vive todavía.» Y se arrodillaron, inclinándose hasta el suelo. (Génesis 43, 28)

  • Ahora yo no puedo volver donde mi padre sin el muchacho, pues no vive sino por él, y al ver que el muchacho no está morirá. (Génesis 44, 30)

  • José dijo a sus hermanos: «Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?» Ellos quedaban tan aterrados de verlo que no podían responderle. (Génesis 45, 3)

  • Le dieron la buena noticia: "José vive todavía y es el que manda en todo el país de Egipto". Pero Jacob no se conmovió, pues no les creyó. (Génesis 45, 26)

  • y exclamó: «¡Me basta con saber que mi hijo José vive todavía! Iré donde él y lo veré antes de morir.» (Génesis 45, 28)

  • Pondré a salvo, sin embargo, la región de Gosén, porque mi pueblo vive en ella; allí no habrá tábanos, a fin de que entiendas que yo, Yavé, estoy en aquella tierra. (Exodo 8, 18)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina