Encontrados 3089 resultados para: �Pero
Las aves rapaces se lanzaban sobre la carne, pero Abram las ahuyentaba. (Génesis 15, 11)
Pero yo vendré a juzgar a la nación que los ha oprimido, y después saldrán cargados de riquezas. (Génesis 15, 14)
Saray, esposa de Abram, no le había dado hijos, pero tenía una esclava egipcia que se llamaba Agar. (Génesis 16, 1)
Pero Dios le respondió: «De ninguna manera, pues va a ser Sara, tu esposa, la que te dará un hijo y le pondrás por nombre Isaac. Estableceré mi alianza con él. y con su descendencia después de él para siempre. (Génesis 17, 19)
Pero mi alianza la estableceré con Isaac, que Sara te dará a luz por este tiempo, el año que viene.» (Génesis 17, 21)
Pero Yavé dijo a Abrahán: «¿Por qué se ha reído Sara? ¿Por qué ha dicho: Cómo voy a tener un hijo ahora que soy vieja? (Génesis 18, 13)
Sara trató de defenderse, pues tuvo miedo, y dijo: «Yo no me he reído.» Pero él contestó: «Cierto que te has reído.»Abrahán intercede por Sodoma (Génesis 18, 15)
pero si faltan cinco justos para llegar a los cincuenta, ¿destruirás la ciudad por esos cinco que faltan?» Yavé respondió: «No habrá destrucción si encuentro allí cuarenta y cinco hombres justos.» (Génesis 18, 28)
Abrahán insistió: «Pero a lo mejor se encuentran allí sólo cuarenta justos.» Yavé contestó: «En atención a esos cuarenta, no lo haré.» (Génesis 18, 29)
Abrahán continuó todavía: «No se enoje mi Señor si sigo hablando, pero tal vez no se encuentren más que treinta justos.» Yavé contestó: «No lo haré si encuentro allí treinta justos.» (Génesis 18, 30)
Abrahán insistió: «Sé que es una osadía por mi parte hablar así a mi Señor; pero, ¿y si se encuentran allí solamente veinte justos?» Yavé contestó: «No destruiré el lugar, en atención a esos veinte.» (Génesis 18, 31)
y les dijo: «Señores míos, les ruego que vengan a la casa de este siervo suyo a pasar la noche. Se lavarán los pies, descansarán y mañana, al amanecer, podrán seguir su camino.» Ellos le respondieron: «No, pasaremos la noche en la plaza.» Pero él insistió tanto, que lo siguieron a su casa, y les preparó comida. (Génesis 19, 2)