Encontrados 24 resultados para: �Grita
Sube a los cerros del Líbano y grita; levanta tu voz desde los cerros de Basán y de lo alto del Abarim, porque todos tus amantes han sido aplastados. (Jeremías 22, 20)
Y tú les comunicarás todas estas cosas y les dirás: Ruge Yavé desde lo alto, y grita desde su santa morada. Ruge con fuerza contra su corral y lanza gritos como los que pisan la uva en el lagar. A todos los habitantes de la tierra, hasta el fin del mundo, ha llegado el eco de su voz. (Jeremías 25, 30)
Los aullidos de Jesbón y de Elealí se escuchan hasta en Jasa; se grita desde Segor hasta Joronaím y Eglatselisa, pues las Aguas de Nimri han sido devastadas. (Jeremías 48, 34)
Grita, hijo de hombre, lanza alaridos, porque está destinada a mi pueblo, a todos los jefes de Israel. Serán pasados a espada junto con el pueblo, ¡golpéate de desesperación! (Ezequiel 21, 17)
Retuércete de dolor y grita, hija de Sión, como mujer que da a luz, porque ahora saldrás de la ciudad para vivir en despoblado. Llegarás hasta Babilonia, pero allí serás liberada, pues Yavé te libertará del poder de tus enemigos. (Miqueas 4, 10)
Nínive parece un estanque de aguas; pero de aguas que se van, todos huyen. Nadie vuelve cuando se le grita: «Detente». (Nahún 2, 9)
Se aproxima el gran día de Yavé, ya está cerca, ya llega corrriendo. El día de Yavé: su solo estruendo es una cosa amarga, y hasta el valiente grita de pavor. (Sofonías 1, 14)
¡Grita de gozo, oh hija de Sión, y que se oigan tus aclamaciones, oh gente de Israel! ¡Regocíjate y que tu corazón esté de fiesta, hija de Jerusalén! (Sofonías 3, 14)
Es a Juan a quien se refería el profeta Isaías cuando decía: Una voz grita en el desierto: Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos. (Evangelio según San Mateo 3, 3)
Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos se acercaron y le dijeron: «Atiéndela, mira cómo grita detrás de nosotros.» (Evangelio según San Mateo 15, 23)
Juan contestó: «Yo soy, como dijo el profeta Isaías, la voz que grita en el desierto: Enderecen el camino del Señor.» (Evangelio según San Juan 1, 23)
Está embarazada y grita de dolor, porque le ha llegado la hora de dar a luz. (Apocalipsis 12, 2)