Encontrados 1397 resultados para: �Casa

  • Al día siguiente nos dirigimos a Cesarea. Entramos en casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete, y nos hospedamos allí; (Hecho de los Apóstoles 21, 8)

  • Algunos discípulos de Cesarea que nos acompañaban nos llevaron a casa de un chipriota, llamado Nasón, discípulo desde los primeros tiempos, donde nos íbamos a hospedar. (Hecho de los Apóstoles 21, 16)

  • Al día siguiente acompañamos a Pablo a casa de Santiago, donde se habían reunido todos los presbíteros. (Hecho de los Apóstoles 21, 18)

  • Llegados a Roma, el capitán entregó los presos al gobernador militar, pero dio permiso a Pablo para alojarse en una casa particular con un soldado que lo vigilara. (Hecho de los Apóstoles 28, 16)

  • Saluden también a la Iglesia que se reúne en su casa. Saluden a mi querido Epéneto, el primer convertido cristiano en la provincia de Asia. (Carta a los Romanos 16, 5)

  • Los saluda Gayo, que me ha dado alojamiento y que presta también su casa para las reuniones de la Iglesia. (Carta a los Romanos 16, 23)

  • Personas de la casa de Cloe me han hablado de que hay rivalidades entre ustedes. Puedo usar esta palabra, ya que uno dice: «Yo soy de Pablo», y otro: (1º Carta a los Corintios 1, 11)

  • Si te casas, no cometes pecado, y tampoco comete pecado la joven que se casa. Pero la condición humana les traerá conflictos que yo no quisiera para ustedes. (1º Carta a los Corintios 7, 28)

  • Así, pues, el que se casa con la joven que mantenía virgen obra bien, y el que no se casa obra mejor. (1º Carta a los Corintios 7, 38)

  • y si alguien tiene hambre, que coma en su casa. Pero no se reúnan para ponerse en mala situación. Lo demás ya lo dispondré cuando vaya. (1º Carta a los Corintios 11, 34)

  • y si desean saber más, que se lo pregunten en casa a su marido. Es feo que la mujer hable en la asamblea. (1º Carta a los Corintios 14, 35)

  • Los saludan las Iglesias de Asia. Aquila y Prisca los saludan en el Señor, junto con la Iglesia que se reúne en su casa. (1º Carta a los Corintios 16, 19)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina