Bíblia Católica
 

Génesis, 25

20. Abrahán fue padre de Isaac. Cuando Isaac tenía cuarenta años, tomó por esposa a Rebeca, hija de Betuel, el arameo de Paddán Aram, y hermana de Labán el arameo.Nacimiento de Esaú y Jacob

Versículos relacionados com Génesis, 25:

Génesis 25 es un capítulo que narra la muerte de Abraham y el nacimiento de los hijos de Isaac. También se presenta la historia de Esaú y Jacob, que nacieron como gemelos, pero tenían diferentes personalidades e intereses. A continuación hay cinco versículos relacionados con temas abordados en Génesis 25, excluyendo los versos de este capítulo:

Proverbios 22:1: "Más digno de ser elegido es el buen nombre que muchas riquezas, y buena fama más que plata y oro". Este versículo habla sobre la importancia de tener una buena reputación, que es algo que Esaú ha devaluado al cambiar su derecho de nacimiento a un plato de lentejas.

Hebreos 12:16-17: "Y nadie es el desenfreno, o impío, como Esaú, quien para una comida vendió su derecho a primogénito. Porque sabes eso, queriendo heredar la bendición, fue rechazado, porque no encontró Un lugar de arrepentimiento aunque con lágrimas lo buscó ". Estos versículos se refieren al ejemplo negativo de Esaú, que valoró sus necesidades inmediatas más que su herencia espiritual.

Mateo 6:33: "Pero busque primero su reino y su justicia, y todas estas cosas se te agregarán". Este versículo habla sobre la importancia de colocar a Dios primero en nuestras vidas, lo que Isaac hizo al elegir una esposa de acuerdo con los valores de la fe de su familia.

1 Pedro 3:7: "Los esposos, usted también viven con ellas con comprensión, honrando a las mujeres como un recipiente más débil, ya que ustedes son sus compañeros de trabajo de la gracia de la vida, que sus oraciones no se evitan". Este versículo habla sobre el valor y la importancia de la relación entre el esposo y la esposa, que se destaca en la elección de Rebeca como la esposa de Isaac.

Gálatas 4:28: "Ahora ustedes, hermanos, como Isaac, son hijos de promesa". Este versículo habla sobre la herencia espiritual que se le da a los hijos de la promesa, como Isaac y sus descendientes, incluido Jacob, que recibió la bendición de Dios.





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