7. Recab y su hermano Baamá entraron, pues, sin ser vistos al dormitorio de la casa donde Isbaal estaba acostado. Lo golpearon mortalmente, le cortaron la cabeza y caminaron toda la noche por la ruta de Arabá.





“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina