20. Después de un maduro examen de las condiciones, el jefe se las comunicó a la tropa y, ante el parecer unánime, aceptaron el tratado de paz.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina