19. El Macabeo, dejando a Simón, José Zaqueo y a los que con ellos estaban, con fuerzas suficientes para mantener el asedio, se marchó donde más falta hacía su presencia.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina