2 Crónicas, 32

Biblia Latinoamericana

3 se reunió con todos los jefes y hombres valerosos y llegaron al acuerdo de cortar las fuentes de agua que había fuera de la ciudad.




Versículos relacionados com 2 Crónicas, 32:

2 Crónicas 32 Cuenta la historia de Senaqueribe, rey de Asiria, cameera de Jerusalén y desafía al Dios de Israel. Ezequías, rey de Judá, confió en el Señor y dirigió a la gente en oración y preparación para la batalla. Dios respondió a su fe y envió un ángel para destruir al ejército asirio. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas de este capítulo:

Salmo 46:1: "Dios es nuestro refugio y fortaleza, una buena ayuda en la angustia". Este versículo habla sobre la confianza en Dios en tiempos de peligro y necesidad, exactamente lo que Hezequías y el pueblo de Judá hicieron cuando se enfrentaron al ejército asirio.

Proverbios 21:31: "El caballo está preparado para el día de la batalla, pero la victoria proviene del Señor". Este versículo habla sobre la importancia de la preparación para la batalla, pero también sobre la necesidad de confiar en Dios para la victoria. Ezequías dirigió al pueblo de Judá en preparación para la batalla, pero también confiaba en Dios para la victoria.

Isaías 37:14-15: "Ezequías tomó la carta de las manos de los mensajeros y la leyó; luego subió a la casa del Señor y se extendió ante el Señor. Y Ezequías rezó al Señor, diciendo, oh Señor de Anfitriones, Dios de Israel, qué vivienda entre los querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra, hiciste los cielos y la tierra ". Este versículo habla sobre la oración de Ezequías a Dios cuando recibió una carta amenazante de Senaqueribe. Ezequías reconoció que Dios era el único que podía ayudarlo en una situación tan desesperada.

Isaías 37:36: "Entonces el ángel del Señor salió y mató en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil de ellos; y cuando se levantaron el resto en la mañana, he aquí, todos eran cadáveres". Este versículo describe cómo Dios envió un ángel para destruir al ejército asirio y salvar a Jerusalén. Fue una poderosa demostración del poder de Dios y su fidelidad a su pueblo.

Romanos 8:31: "¿Qué decimos, por lo tanto, a estas cosas? Si Dios es para nosotros, ¿quién estará en contra de nosotros?" Este versículo habla sobre la certeza de la victoria cuando confías en Dios. Ezequías y el pueblo de Judá confiaron en Dios y salieron victoriosos contra el ejército asirio. Es un recuerdo que Dios siempre está del lado de sus hijos y que nada puede derrotar a quienes confían en él.


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