Sabiduría, 17
11. Pues la maldad es cobarde, y se condena por su propio testimonio; acosada por su propia conciencia, siempre se imagina lo peor,
11. Pues la maldad es cobarde, y se condena por su propio testimonio; acosada por su propia conciencia, siempre se imagina lo peor,
A firmeza de todo o edifício depende da fundação e do teto! São Padre Pio de Pietrelcina