32. Se parece a esos chiquillos sentados en la plaza, que se gritan unos a otros: Os hemos tocado la flauta y no habéis bailado. Hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado.





“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina