27. Manasés no pudo echar a los habitantes de Betsán, de Tanac, de Dor, de Yibleán y de Meguido, con sus respectivas ciudades dependientes; los cananeos siguieron viviendo en ellas.





“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina