II Samuel, 20
12. Amasá, bañado en sangre, yacía en medio del camino. Aquel hombre, viendo que todo el mundo se detenía, apartó a Amasá del camino y lo tapó con una capa, porque veía que todos los que llegaban se detenían junto a él.
12. Amasá, bañado en sangre, yacía en medio del camino. Aquel hombre, viendo que todo el mundo se detenía, apartó a Amasá del camino y lo tapó con una capa, porque veía que todos los que llegaban se detenían junto a él.
“Deus quer que as suas misérias sejam o trono da Sua misericórdia.” São Padre Pio de Pietrelcina