31. No escuchéis a Ezequías, pues esto dice el rey de Asiria: Haced la paz conmigo y entregaos a mí, y así podrá comer cada uno los frutos de su viña y de su higuera y beber el agua de su cisterna





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina