20. Dios vino en su ayuda contra aquéllos, y los agareos y todos sus aliados cayeron en sus manos, pues en medio del combate invocaron el nombre de Dios, que escuchó su clamor por haber puesto en él su confianza.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina