30. Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina