Judit, 16
9. Sus sandalias deslumbraron los ojos del guerrero, su hermosura le cautivó el corazón... ¡y la espada le cortó la cabeza!
9. Sus sandalias deslumbraron los ojos del guerrero, su hermosura le cautivó el corazón... ¡y la espada le cortó la cabeza!
Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina