9. La cisterna donde Ismael arrojó los cadáveres de los hombres que había matado era la gran cisterna que había hecho el rey Asá para defenderse de Basá, rey de Israel; es esa la que Ismael, hijo de Natanías, llenó de víctimas.





“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina