12. El rey derribó los altares que estaban sobre las terrazas de la habitación alta de Ajaz, construidos por los reyes de Judá, y también los que había hecho Manasés en los dos atrios de la Casa del Señor; allí mismo los destrozó y arrojó el polvo en el torrente Cedrón.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina