5. En ese momento, Saúl volvía del campo detrás de sus bueyes, y preguntó: "¿Qué le pasa al pueblo para llorar así?". Entonces le contaron lo que habían dicho los hombres de Iabés.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina