3. Mucha gente, cuanto más frecuentes son los honores que reciben de la extrema generosidad de sus bienhechores, tanto más se dejan llevar por el orgullo. Y no sólo tratan de perjudicar a nuestros súbditos, sino que también, no pudiendo soportar su descontento, conspiran contra sus mismos bienhechores.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina