Encontrados 38 resultados para: sueños

  • Pero Dios visitó a Abimelec en sueños, de noche, y le dijo: "Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque es una mujer casada". (Génesis 20, 3)

  • Sucedió que al tiempo en que las ovejas se encelaban, yo levanté los ojos y vi en sueños que los machos que cubrían a las ovejas eran todos manchados y rayados. (Génesis 31, 10)

  • Y el ángel del Señor me dijo en sueños: Jacob. Yo le dije: Aquí estoy. (Génesis 31, 11)

  • Dios se apareció en sueños de noche a Labán, el arameo, y le dijo: "Guárdate de hablar a Jacob, ni bien ni mal". (Génesis 31, 24)

  • Sus hermanos respondieron: "¿Es que vas a ser tú rey y señor nuestro?". Y le odiaban todavía más por sus sueños y por sus palabras. (Génesis 37, 8)

  • Vamos a matarlo: lo echamos en una cisterna y luego decimos que una bestia feroz lo devoró. Veremos en qué paran sus sueños". (Génesis 37, 20)

  • Había allí, con nosotros, un joven hebreo, esclavo del capitán de la guardia. Nosotros le contamos nuestros sueños, y él nos dio a cada uno la interpretación de su sueño. (Génesis 41, 12)

  • Entonces se acordó de los sueños que había tenido referente a ellos, y les dijo: "Vosotros sois espías; habéis venido para ver los puntos débiles del país". (Génesis 42, 9)

  • El Señor les dijo: "Escuchad mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, yo me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños. (Números 12, 6)

  • no escuches las palabras de tal profeta ni los sueños de tal soñador. El Señor, vuestro Dios, quiere probaros para ver si realmente le amáis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. (Deuteronomio 13, 4)

  • Saúl consultó al Señor; pero el Señor no le respondió ni por los sueños, ni por las urim, ni por los profetas. (I Samuel 28, 6)

  • Samuel dijo a Saúl: "¿Por qué has turbado mi descanso, evocándome?". Saúl respondió: "Estoy en gran aprieto, los filisteos me hacen la guerra y Dios se ha retirado de mí; no me responde ni por medio de los profetas ni por los sueños. Por eso te he evocado para saber qué hacer". (I Samuel 28, 15)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina