Encontrados 34 resultados para: soberbia

  • Al sentirse poderoso, se llenó de soberbia, lo que fue su perdición. Fue infiel al Señor y entró en el templo a ofrecer incienso sobre el altar de los perfumes. (II Crónicas 26, 16)

  • Pero Ezequías no correspondió al favor recibido, sino que se llenó de soberbia, por lo que la ira del Señor se encendió contra él, contra Judá y contra Jerusalén. (II Crónicas 32, 25)

  • Pero Ezequías se arrepintió de su soberbia y con él todos los habitantes de Jerusalén, por lo que la ira del Señor no cayó sobre ellos en vida de Ezequías. (II Crónicas 32, 26)

  • Ama a tus hermanos, y no desprecies a los hijos y a las hijas de tu pueblo, teniendo a menos elegir una mujer entre ellas, porque en la soberbia está la ruina y la discordia, y en la ociosidad, penuria y hambre, pues la ociosidad es la madre del hambre. (Tobías 4, 13)

  • Detrás de él ruge su voz, porque Dios truena con su voz soberbia, y nada puede retener sus rayos cuando su voz retumba. (Job 37, 4)

  • y le dije: "No pasarás de aquí, aquí se romperá la soberbia de tus olas"? (Job 38, 11)

  • He visto al malvado, lleno de soberbia, elevarse como un cedro frondoso; (Salmos 37, 35)

  • por eso su collar es la soberbia, la violencia su vestido; (Salmos 73, 6)

  • llegó hasta los confines de la tierra y saqueó muchas naciones. La tierra enmudeció ante él, y él se llenó de orgullo y de soberbia. (I Macabeos 1, 3)

  • Llegada la hora de morir, dijo a sus hijos: "Ahora es el reinado de la soberbia y del ultraje, el tiempo del desorden y de la ira rabiosa. (I Macabeos 2, 49)

  • Mis hermanos están ya en posesión de una promesa de vida eterna por haber sufrido un breve tormento. En cambio, tú sufrirás las penas debidas a tu soberbia. (II Macabeos 7, 36)

  • Solamente entonces, torturado por aquellas llagas, comenzó a menguar en su extraordinaria soberbia y a darse cuenta de que aquel estado era un castigo de Dios, viendo que sus dolores aumentaban por momentos. (II Macabeos 9, 11)


“Jesus está com você, e o Cireneu não deixa de ajudar-te a subir o Calvário.” São Padre Pio de Pietrelcina