Encontrados 17 resultados para: nuera

  • Téraj tomó a su hijo Abrán, a su nieto Lot y a Saray su nuera, mujer de Abrán, y los hizo salir de Ur de los caldeos para ir al país de Canaán; pero al llegar a Jarán se quedaron allí. (Génesis 11, 31)

  • Entonces Judá dijo a su nuera: "Vuelve como viuda a la casa de tu padre, hasta que se haga mayor mi hijo Selá". Él se decía: "No sea que muera también él como sus hermanos". Tamar volvió a casa de su padre. (Génesis 38, 11)

  • Se apartó del camino hacia ella y le dijo: "Déjame hacer el amor contigo". No sabía que era su nuera. Ella le respondió: "¿Qué me vas a dar por hacer el amor conmigo?". (Génesis 38, 16)

  • Unos tres meses después le contaron a Judá: "Tu nuera Tamar se ha prostituido y ha quedado encinta". Judá dijo: "Que sea sacada y quemada". (Génesis 38, 24)

  • ni con tu nuera, pues es la mujer de tu hijo; (Levítico 18, 15)

  • Si uno se acuesta con la nuera, los dos serán castigados con la muerte, se han manchado; caiga su sangre sobre ellos. (Levítico 20, 12)

  • Así fue como Noemí, con su nuera Rut, la moabita, volvió de Moab a Belén al comienzo de la siega de la cebada. (Rut 1, 22)

  • Noemí respondió a su nuera: "Es mejor, hija mía, que vayas con sus segadores, no sea que te molesten en otro campo". (Rut 2, 22)

  • El niño será para ti consuelo y amparo en tu vejez, pues te lo ha dado tu nuera que tanto te ama y es para ti mejor que siete hijos". (Rut 4, 15)

  • Su nuera, la mujer de Fineés, estaba encinta y a punto de dar a luz. Cuando oyó la noticia referente al arca de Dios, la muerte de su suegro y de su marido, se acostó y dio a luz, pues le asaltaron los dolores. (I Samuel 4, 19)

  • Tamar, nuera de Judá, le dio a luz a Fares y Zéraj. En total, los hijos de Judá fueron cinco. (I Crónicas 2, 4)

  • Tobit, contento y bendiciendo a Dios, salió al encuentro de su nuera a la puerta de Nínive. Los que le veían caminar, firme y sin que nadie le ayudase, quedaban maravillados. Tobit confesaba delante de todos que Dios había tenido compasión de él y le había curado. (Tobías 11, 16)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina