Encontrados 127 resultados para: muchas

  • ciudades todas fortificadas con altas murallas, con puertas y barras, sin contar muchas ciudades que no tenían murallas. (Deuteronomio 3, 5)

  • Si el Señor, tu Dios, te bendice tal como lo ha prometido, prestarás a muchas naciones sin necesidad de tomar de ellas prestado. Dominarás a muchos pueblos, y ellos no te dominarán. (Deuteronomio 15, 6)

  • No debe tener muchas mujeres, para que no se desvíe su corazón, ni grandes cantidades de oro o plata. (Deuteronomio 17, 17)

  • El Señor abrirá para ti su maravilloso tesoro, los cielos, para dar a su tiempo la lluvia a tu tierra y bendecir las obras de tus manos. Prestarás a muchas gentes y de nadie tomarás prestado. (Deuteronomio 28, 12)

  • Gedeón tuvo setenta hijos, pues tenía muchas mujeres. (Jueces 8, 30)

  • Pero el rey Salomón, además de la hija del Faraón, amó a muchas mujeres extranjeras, moabitas, amonitas, edomitas, sidonias e hititas, (I Reyes 11, 1)

  • Cuando Jorán vio a Jehú, preguntó: "¿Hay paz, Jehú?". Él replicó: "¿Qué paz ha de haber mientras duren las prostituciones de Jezabel, tu madre, y sus muchas hechicerías?". (II Reyes 9, 22)

  • que mandaban 36.000 hombres de guerra, divididos por descendencias y familias patriarcales. Eran muchas las mujeres y los niños. (I Crónicas 7, 4)

  • pero el Señor me dijo: Tú has derramado mucha sangre y has hecho muchas guerras. Tú no podrás edificar un templo a mi nombre, pues has derramado mucha sangre sobre la tierra en mi presencia. (I Crónicas 22, 8)

  • Tuvo la sagacidad de repartir a sus hijos por todos los territorios de Judá y de Benjamín y las ciudades fortificadas, les dio abundancia de provisiones y les procuró muchas mujeres. (II Crónicas 11, 23)

  • El Señor consolidó el reino en sus manos; todo Judá le pagaba tributo a Josafat, que llegó a tener muchas riquezas y gran fama. (II Crónicas 17, 5)

  • Josafat llegó a tener muchas riquezas y mucha fama, y emparentó con Ajab, (II Crónicas 18, 1)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina