Encontrados 13 resultados para: fugitivos

  • Uno de los fugitivos vino a informar a Abrán, el hebreo, que habitaba en el encinar de Mambré, el amorreo, hermano de Escol y Aner, aliados de Abrán. (Génesis 14, 13)

  • Entonces Jefté reunió a todos los hombres de Galaad, dio la batalla a Efraín, y los hombres de Galaad vencieron a los de Efraín. Los de Efraín decían que los de Galaad, que vivían entre Efraín y Manasés, eran fugitivos de Efraín. (Jueces 12, 4)

  • Los de Galaad quitaron a los de Efraín los vados del Jordán, y cuando los fugitivos de Efraín decían: "Dejadnos pasar", les preguntaban: "¿Eres tú de Efraín?". Si respondían: "No", (Jueces 12, 5)

  • Hijos de esposas jóvenes los atacaron, como a fugitivos los herían; perecieron por la acción de mi Señor. (Judit 16, 12)

  • La gente salía de todas las aldeas de Judea y cercaba a los fugitivos, obligándolos a volverse unos contra otros. Así cayeron todos a espada, sin quedar ni uno solo. (I Macabeos 7, 46)

  • La caballería se dispersó por la llanura, y los fugitivos llegaron a Asdod y entraron en el templo de Dagón, su ídolo, para salvar la vida. (I Macabeos 10, 83)

  • En efecto, estando celebrando todavía sus duelos funerarios y lamentándose sobre las tumbas de los muertos, ya concibieron otra idea absurda y se pusieron a perseguir como a fugitivos a los que habían suplicado que se fuesen. (Sabiduría 19, 3)

  • Mi corazón gime por Moab; sus fugitivos están ya en Soar, en Egla-Selisiyá. La subida de Lujit la suben llorando; por el camino de Joronáyim, lanzan gritos de angustia. (Isaías 15, 5)

  • Deja que en ti se hospeden los fugitivos de Moab; sé tú su cobijo frente al devastador hasta que acabe la opresión, el devastador desaparezca y se aleje del país el que lo arrasa. (Isaías 16, 4)

  • No escapará ninguno de los supervivientes de Judá que se han venido a vivir a Egipto; ni uno solo quedará que vuelva al país de Judá, donde tanto desean volver a vivir; no volverán, salvo unos pocos fugitivos. (Jeremías 44, 14)

  • Al abrigo de Jesbón se detienen extenuados los fugitivos. Pero un fuego sale de Jesbón, una llama del medio de Sijón, que devora las sienes de Moab, el cráneo de esta gente revoltosa. (Jeremías 48, 45)

  • Traeré sobre Elán los cuatro vientos de los cuatro puntos cardinales. A todos estos vientos los dispersaré, y no habrá nación adonde no lleguen fugitivos de Elán. (Jeremías 49, 36)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina