Encontrados 15 resultados para: filas

  • Engastarás en él piedras preciosas en cuatro filas: en la primera, un sardonio, un topacio y una esmeralda; (Exodo 28, 17)

  • Engastaron en él cuatro filas de piedras: en la primera fila, un sardonio, un topacio y una esmeralda; (Exodo 39, 10)

  • Un hombre de Benjamín escapó corriendo de las filas del ejército, y llegó aquel mismo día a Silo con los vestidos destrozados y la cabeza cubierta de polvo. (I Samuel 4, 12)

  • Aquel hombre dijo a Elí: "Yo vengo del campamento; he huido hoy mismo de las filas del ejército". Elí preguntó: "¿Y qué ha pasado, hijo mío?". (I Samuel 4, 16)

  • Entonces salió de las filas de los filisteos un campeón llamado Goliat, de Gat, cuya estatura era de unos tres metros. (I Samuel 17, 4)

  • Se detuvo y gritó a las filas de Israel: "¿Por qué habéis salido para poneros en orden de batalla? ¿No soy yo filisteo y vosotros servidores de Saúl? Escoged vosotros un hombre para que venga a luchar conmigo. (I Samuel 17, 8)

  • Y añadió: "Yo desafío hoy a las filas de Israel; dadme un hombre para que luche conmigo". (I Samuel 17, 10)

  • David dejó su carga en manos de un guardián del bagaje, corrió hacia las filas y, cuando llegó, preguntó a sus hermanos cómo se encontraban. (I Samuel 17, 22)

  • Cuando estaba hablando con ellos, el campeón, llamado Goliat, de Gat, salió de las filas de los filisteos y repitió las mismas palabras. David las oyó. (I Samuel 17, 23)

  • Pero los hombres de David le dijeron: "Mira, aquí, en Judá, vivimos asaltados por el terror; ¡cuánto más si vamos a Queilá contra las filas de los filisteos!". (I Samuel 23, 3)

  • acordonaréis al rey con las armas en la mano, y al que intente penetrar en las filas lo matáis. Acompañaréis al rey a todas partes". (II Reyes 11, 8)

  • Pero el sacerdote Yehoyadá ordenó a los jefes de centuria, que mandaban la fuerza: "¡Sacadla de las filas y matad al que la siga!". Porque el sacerdote había dicho: "Que no la maten en el templo del Señor". (II Reyes 11, 15)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina